Son los abismos enegrecidos de los ojos, los frios temblores que se esconden entre las articulaciones y el miedo, el puto miedo de no saber que.
Son estos y tantos otros, los síntomas de que mueres, mueres y carajo, no mueres.
Y resulta absolutamente necesario huir, escapar de aquel dolor que corta la yugular en un lento movimiento transversal; y silencio.
Que se calle todo, haga silencio y apague la luz.
Que deje descansar al sofoco del alma, al martirio de los ruidos que taladran muy adentro desde el centro de la nuca.
¡Que se acabe este puto miedo de mierda!
P.S. Disculpa los inconvenientes, fue la verborrea de tanto sentimiento. Al cajón de lo inservible.
4 comentarios:
No tengas miedo... las cosas suceden y ya. Cuando hay algo q hacer, hazlo sin importar q...
Yo no puedo mas que ofrecerte esta sonrisa, en un modus automático que no deja distinguir entre la misera cabisbaja del ánimo decadente y el destello burbujeante de un verdadero (o dubitativo) enfasis de celebración optimista, esperando q amaine tu pena :)
Por cierto escribes bonito ;) besitos nena
wau...viviste alguna vez en cuernavaca,?
No, nunca. ¿Por qué?
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