lunes, septiembre 14, 2009

En "Fuera de mí"

Todo comienzo se ha convertido en una tortura, la tortura de empezar perfectamente y no saber si se ha logrado. Captar aquella atención que te da una única oportunidad de atrapar los oídos traviesos y enclaustrar los ojos fugitivos.

Mas esta vez son los oídos los que me inquietan, los sonidos que atrapan del otro lado de mi ventana, con sus impredecibles pausas y aumentos de volumen que a diferencia de siempre hoy me vienen a mostrar lo "fuera de mí".

"Fuera de mí" resulta ser un país distinto (y desconocido, confieso). Un país que de noche parece develarse frente a mis ojos que huyen de ver cualquier cosa por demasiado tiempo; y que sin embargo esta vez han sido atrapados, enlazados sutilmente con lazos acuíferos y vibraciones nocturnas. Algunas veces fue en el aleteo de mis pestañas en las que irremediablemente se refugiaban mis ventanas, esperando tal vez que llegara alguien a "Dentro de mí" (y ese país lo conozco perfectamente), pero hay un problema, en "Dentro de mi" solo existe una butaca, una cama y un solo cepillo de dientes, lo cual lo hace completamente insuficiente para mis necesidades.

"Dentro de mí" está lleno de odas y homenajes, tributos y dedicatorias, en fin, obras maestras. Ahí se esconden los silencios y atempos de mis notas cardiacas, el estacato de la boca de mi estomago y el andante de mis lagrimas. Ahí radican mis tímidas dudas y mis estúpidos miedos, mis inmaduras ideas y mis gordos rencores.

En "Dentro de mí" no cabe nada más que yo, y no es que sea un lugar pequeño y sin recursos, es más bien que está lleno de cachivaches y pertenencias, caprichos y necedades. En este país mis ojos se enciman con las endorfinas en la esquina del cajón esperando que llegue alguien más (que si llegara tendría que ser tan pequeño y maleable que pudiera fundirse en la madera para no estorbar).
Nadie llegará, eso lo saben las pestañas, mis ojos y yo.

Hoy mis ojos han sido capturados, se les ha prohibido la entrada a su lugar a lado de las endorfinas y se les ha obligado a ver "Fuera de mí", donde hay espacio para todos, y varias camas y cepillos de dientes de todos tamaños y colores, donde no tengo estatuas conmemorativas ni reconocimientos honoríficos, donde resulto tan pequeña y simple; tan prescindible.

"Fuera de mí" es un lugar enorme, habitado por imágenes nuevas, ideas contradictorias, frecuencias aleatorias y tonalidades desconocidas. Un país que desenmascara mis mentiras y me quita las muñecas que Camila la egoísta nunca quiso prestar.

"Fuera de mí" sacó al silencio del armario, no se inspiró en la musa de la punta del pincel y mando a callar los balbuceos nocturnos y a tapar el lunar escondido al final de la ceja.

"Fuera de mí" no se trata de la niña que escribe sobre sí, se trata hoy (por que tal vez mañana se trate de algo más) de ti; de tus desesperaciones y tus lagrimas, de tus palabras que gritaron para que mis necios oídos te escucharan, de tus manos que me arrebataron de entre mis rincones.

Se trata de tus ojos que enlazaron los míos y me mostraron que aquí, fuera de mí,
También se puede escribir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya sabes que no soy muy dado a esto de comentar. pero ese conjunto de diametrales versos que escribes, resultaron coincidir con mi noche.

gracias por el matiz.

mk