viernes, octubre 02, 2009

De Incertidumbre

Son los gritos asfixiados que violan la garganta, las punzadas interminables del estomago y las ansias, las fréneticas ansias de algo que no se sabe.

Son los abismos enegrecidos de los ojos, los frios temblores que se esconden entre las articulaciones y el miedo, el puto miedo de no saber que.

Son estos y tantos otros, los síntomas de que mueres, mueres y carajo, no mueres.

Y resulta absolutamente necesario huir, escapar de aquel dolor que corta la yugular en un lento movimiento transversal; y silencio.

Que se calle todo, haga silencio y apague la luz.
Que deje descansar al sofoco del alma, al martirio de los ruidos que taladran muy adentro desde el centro de la nuca.

¡Que se acabe este puto miedo de mierda!

P.S. Disculpa los inconvenientes, fue la verborrea de tanto sentimiento. Al cajón de lo inservible.