domingo, junio 08, 2008

Érase una vez una niña que no era yo.

Érase una vez una niña abarrotada de ideas y sin palabras, colmada de sensaciones y sin ideas, saturada de pretensiones y sin sensación alguna. Érase una vez una niña enferma, bloqueada sin remedio, condenada al impávido silencio.

Pero aquel mutismo sumado a la indiferencia resultaba en una enardecida e inevitable angustia, en el temor de haber olvidado los sonidos, en el constante convencimiento de haber perdido toda capacidad de comunicación.

La niña en su recelo se aferró a la pausa interminable, la tomo del cuello y metió lentamente pero sin delicadeza uno de sus pequeños brazos por la garganta sin uso de la muda, decidida claro esta a encontrar dentro de sus entrañas alguna mísera nota, nota suficiente para sanar su delicado cuerpo, dos letras que sacaran esa mente de aquel desquiciado bloqueo. Buscó afanosamente cada palmo de la traquea y en su desespero omitió el jadeo suplicante del silencio, que lenta y pasivamente, como suele ser siempre, murió.

Ahogado por haberse tragado en contra de su voluntad el brazo de una niña, suspendido por los dedos ansiosos e insaciables que seguían hurgando sus pulmones, rendido ante la necedad de la impaciencia, ahí quedo el mutismo y su apatía.

Érase una vez una niña hurgando dentro del cadáver maloliente del sigilo, cuando cansada de buscar prefirió inventarse unas cuantas frases. Pretendiendo no hablar de ella se inventó un cuento y a la ficción quiso agregarle fantasías, mares e intrépidas bailarinas. Derrotada optó por automedicarse, derrumbar cada uno de los bloques y construir otros, es por eso que disfrazó a su personaje y a la trama, e incluyo de manera brusca y salvaje una crinolina para las fiestas, una piscina con sal y unos cuantos marcadores para dibujar. Colgó al silencio en el armario y encerró con este a la muerte que lo acompañaba, que por cierto había resultado ser mucho más fría e imperturbable, y por lo tanto desquiciante hasta los límites de la cordura.

Habiendo casi terminado, se invento a una mujer con poco mas de 20 sin nada que escribir, una hoja en blanco y una madrugada sin estrellas, se inventó una vida cotidiana, un cuarto a media luz y un rugiente monitor, le agregó unos lentes para antes de dormir e irónicamente sumergió toda la escena en el mas denso de los silencios.

Así se aseguró que nadie comprendiera que esto era un cuento sobre ella y sus dilemas, disfrazado de otros, repleto de frases triviales y sonidos provenientes de su mártir.
Así bloqueada sin remedio contó la mentira perfecta.

Érase una vez una niña enferma y mentirosa, inexistente e incomparable con su creadora, una niña inventora de curas para lo incurable, hacedora de melodías y armonías, asesina de secretos indecibles, fabricadora de apariencias engañosas.

Érase una vez una niña…




Esta bien, lo confieso,

Érase una vez... yo.

miércoles, abril 09, 2008

Fuí

Fuí alguna vez todo,
tu para siempre y tus sonrisas,
fuí alguna vez protagonista y otra tu antagonico.

Fuí tantas veces tus palabras e incluso tus insinuaciones,
tus muecas y reproches,
fuí entre otras tus excusas.

Fui todo contigo y de vez en cuando no era nada,
fui tu compañera y tu enemiga,
tus esperas y frustraciones.

Fui tu droga, tu vicio, tu perdición.
Fui tu niña, tu soñadora, tu amiga.
Fui tu capricho, tu obsesión, tu necedad.
Fuí tu confidente, tu secreto, tu verguenza.
Fuí tu necesidad.

Fuí tantas cosas junto a ti.

sábado, abril 05, 2008

sábado, marzo 08, 2008

Yo soy tuya, tú eres mío.

Vine a tocar a la puerta de tus sueños, para ver si ahí te encuentras, encismado en tus dibujos, apartado de mis besos, bosquejando tal vez mi boca con la tuya. Me asome entre tus diseños, revise cada archivero, para ver si ahí te encuentras, escondido de mis brazos, fuera de mis ojos, imaginando tal vez tu mirada con la mía.

He venido por ti querido, tal como quedamos, a la hora irremediable en que ni tu ni yo soportamos no soñarnos.
He venido a llevarte, llevarte entre mis sueños, mostrarte mis delirios, besarte entre bosquejos. Cumplir las múltiples promesas que noche con noche te he propuesto, a decirte vida mía que de ti yo dependo.

Sorpréndeme mi amor…
- y rodeas mi cintura en cuanto me decido a dejarte, acaricias mi mejilla en cuanto quiero voltearme y ahí estas vida mía enamorándome otra vez.

No dejes que te olvide cariño…
-murmullo frente a tus quimeras, esperando que lo entiendas, anhelando que lo cumplas.

Vine a tocar a la puerta de tus sueños, para ver si me acompañas esta noche y la siguiente, para ver si me sorprendes y enamoras, para que me recuerdes cariño en el oído que yo soy tuya y tu eres mío.

Sorpréndeme mi vida una vez más.

martes, febrero 05, 2008

Al Dios No Conocido

"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de l atierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no ésta lejos de cada uno de nosotros.

Por que en él vivimos y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Por que linaje suyo somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres." (Hechos 17:24-29)

Es por ese mismo Dios que yo quiero transtornar el mundo entero!