La orilla de la mesa se baña de sol, cierro mis ojos por 1.83 segundos, me descalzo y veo a un par de 6 años jugando en el jardín. Quieren ser bomberos y policias, jugar a las traes, comer pastel, ir al circo, treparse en el elefante, meter la cabeza en la boca del león, llevar su camión a dar una vuelta por la selva infestada de monstruos, y tal vez que algun superheroe los invite a comer a su guarida secreta.
Yo mientras tanto, quiero hacer pay de limón, comer un helado gigante de chocolate bañado de mermelada de fresa, construir un circo enorme, trepar a bailarines en los techos, inundar el mundo de hojas con olor a tinta, congelar los tiempos una y otra vez, crear monstruos de 3 metros, risas de 38 horas, llevar un "Elmo" a la Torre Eiffel y vendar una que otra sirena congelada.
No somos tan distintos, solo que los primeros lo viven todos los días, y los segundos vivimos luchando todos los dias para lograrlo.
Quiero soñar, querer y desear como los primeros para desayunar con unos extraños un martes por la mañana y que la lucha diaria valga la pena.
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