miércoles, noviembre 07, 2012

No estás.

Existe una primera nota sobre el escritorio de mi computadora. Una primera nota que leo todos los días en cuanto mis ganas de conectarme al mundo empiezan, está allí, pequeña y centrada, vibrante:
Escribir algo solo para ti.

Lo pienso todos los días, ¿que escribirte?
Lo pienso hoy que es de madrugada y decido hacerlo.
(Las madrugadas siempre nos han sentado bien)
Escribir algo solo para ti...

Como las platicas, los comentarios aislados, las sonrisas cómplices: solo para ti.

Sobre todo las ausencias.
(Cuando haces falta)

Ahí es cuando más se acentúan las exclusividades que nos permitimos: Los momentos en que no estas. 

Pero confesemoslo, siempre es mi culpa y tu siempre lo entiendes.
(Como si siempre escribiera solo para ti)

Entonces caigo en cuenta que a veces, bueno, la verdad siempre, pero uno debe de aligerar la sentencia, escribo solo para ti sin darme cuenta. Te lo apropias, te lo apropias, te lo apropias.
(Las cosas dichas tres veces se guardan mejor)

Te lo apropias tan perfectamente que ya no le es posible a nadie más adueñarselo tan bien, tan tuyo, tan cierto.

Me atrevo a escribirte entonces varias líneas vagas, esperanzadas y tensas, pues los nervios de que sea expresamente tuyo me lleva al desafío de esperar que mis lineas sean tal como las que te apropias, dibujando entonces para ti lo que ya dibujaste antes.

Serán los trazos temblorosos de un incierto, pues escribirte solo a ti es tan simple que hacerlo a conciencia es terriblemente imposible. Absurdo y forzado. Color verde olivo. Rasposo.

Ahí esta tu ausencia y por lo tanto nuestra exclusividad:
en escribirte cuando no estás, aun sea en la memoria, 


pues cuando no estás te escribo siempre. 


2 comentarios:

Jorge Ramiro dijo...

Yo también escribo siempre porque escribir para mí es una manera de descargar las penas y de recuperar cierta intelectualidad. Trabajo como cheff en un restaurante de comida mexicana en palermo y a veces siento que tengo que tener una conexión con la cultura.

Pionero dijo...

Si vieras mi mirada como ave, pretendiendo cazar horizontes"...

Entre ecos he podido encontrar la habilidad de tu tinta plasmada en acentos y comas, te he leido y encuentro la distraccion en tus verbos, he sin duda compartido tus miedos postergados con los suspensivos...

Escribir por el simple hecho de pretender ser un verdo en su forma tangible, palabras y en su forma intangible, sonidos.

Tiendo a perder el hilo de lo que escribo, ya que en tiempos de letargo lograr coincidir palabras, oraciones, me resulta complejo, hablas de siqueiros, cortazar, de grandes sujetos de expresión. Mandemos saludos por escrito a los che, a monsivais, a benedetti, saramago, dejemos plasmado un diagrama, dejemos que el pulso pierda ritmo, que las articulaciones duelan como duelen los errores, que la arttritis no sea mas que una vieja compañera, tomemos el parkinson de buena forma, escribamos sobre anemonas, sobre constantes, sobre cuentos, ecribamos de los arboles como fieles guerreros de papel, hablemos con los libros como ancianos sabios, cometamos errores de interpretacion, lo confuso que me resultas, lo confuso de tu idioma y no tu procedencia, escribe sobre escenarios imposiblemente posibles, escribe sobre mi, sobre aquel, sobre esto y aquello.

Pero sobre todo nunca dejes de escribir, no dejes de escribir tu biografia con pequeños o grandes relatos, se protagonista y antagonista de ti... Sobre todo no seas ausente de escribir... Aunque escribas sobre anemonas o lunas, siempre habra lectores ajenos y pendientes de lo que tengas que escribir