Somos viento sobre viento.
Lo entendí mientras miraba tus ojos muertos.
Oscilasiones de trillonésimas estrellas, susurros al oído de luciernagas.
Me voy en paz, en deuda y en temores.
Nadando a través de tus veredas ennegrecidas, entretejiendome con nadie, contigo, con todos y con él.
Somos las formas furiosas y fugaces que escapan de nosotros, los aires y mi sangre.
Me preguntas, no te escucho, te ignoro.
Me miras, me volteo, te ignoro.
Me buscas, me escondo, te ignoro.
Somos las palabras muertas y los desbordantes silencios.
Los años que fueron ahora, que fueron mañana; no para mi.
Los tiempos que no recuerdo, donde aprendimos que la huida se da de madrugada.
Me duele. Me duele y me gusta.
Somos las nubes bajas, los ojos turbios.
Somos viento sobre viento.
Lo entendi mientras miraba mis ojos muertos.
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