miércoles, junio 29, 2011

Sumisa

Ya no ME MOJAS como antes, tan ya no me mojas que mirarte desnudo me resulta incluso grotesco e innecesario. Y sigo jadeando, más por costumbre y obediencia que por el calor de tus piernas en mis muslos tensos.

Me tomas de la cadera como trapo viejo y me penetras, ME PENETRAS sin apenas mirarme.

Lloro y TE CORRES sobre mis pezones. Te corres y no te das cuenta de que lloro.

Precipitado y quedo.

Provocatio

Ardiente

Las yemas de mis dedos sangran sobre tu rostro tieso, le responden a tus ojos-espejo/ojepse-sojo que muestran el mío ardiente.

Nos reconocemos entre la v-i-o-l-e-n-c-i-a; la de mis manos y la de tu saliva, la provocación que nos incinera. Nos conocemos a cada aferro, a cada herida, entre los aullidos rendidos sobre los brazos violáceos,

.....cuando somos los temblores de la tarde caliente y callamos.

>>>Callamos la vista, el juicio y la razón; callamos el llanto amargo, el miedo rancio, la duda perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.perpetua.


Como cuando tu rostro TIESO y MUERTO, desvanecido;
le responde al mío, extendido y hosco, ARDIENTE y SECO.

Preludio

Sospecho que son tus sombras,

Y los mil silencios de tus pasos.

Sospecho que es tu ausencia,

Aquella que predice tu regreso.

Sospecho que es tu mano alzada,

Y mis errores.

Sospecho que es eso lo que me da miedo.

.

.

El preludio que me aterra.